Día 3: Atenas (Acrópolis)

Este día madrugamos más, y a las 6’45 ya estaba sonando el despertador; el motivo era que tocaba visitar la Acrópolis.

A las 8 y pocos minutos, ya estábamos comprando las entradas de la ACRÓPOLIS. Accedimos por la entrada sur, que está más o menos enfrente de la puerta del Museo de la Acrópolis. El madrugón mereció la pena, a esas horas había muy poca gente. Entrada 10 €.

Una de las primeras cosas que ves es el TEATRO DIONISO, como su nombre indica, dedicado a Dioniso, dios de las viñas y del teatro.


Luego ODEÓN DE HERODES ÁTICO, noble y sabio ciudadano de Atenas que vivió en el siglo II, fue orador y maestro de numerosas personalidades de la época, como el emperador romano Marco Aurelio; también fue gobernador de Asia y máximo sacerdote de las Panateas. Lo construyó en memoria de su esposa fallecida. Tenía una capacidad para 5.000 espectadores; actualmente durante el Festival de Atenas, se representan tragedias clásicas y conciertos.




Subiendo un poco más, se llega a los PROPILEOS, con una monumental entrada con más de una puerta, construidos en el siglo V a. C. en mármol blanco del monte Pentélico (como todos los monumentos de la Acrópolis). Los propileos eran un vestíbulo, ubicado frente de la entrada del santuario o palacio. En la ocupación turca fue arsenal y polvorín, y en el siglo XVII un estallido de la pólvora, provocó su destrucción.






Otro de los edificios es el ERICTEION, que era el lugar más sagrado de la Acrópolis, pues era un templo en honor de varios dioses, entre ellos Poseidón; también fue enterrado aquí el rey Eresteo. Lo más destacable es el pórtico de las Korés (estatua femenina en posición de pie) en el lado sur, con las famosas Cariátides (figura femenina esculpida, con función de columna); las seis hermosas jóvenes están mirando el Partenón; las originales están en el Museo.







Y ya se llega al PARTENÓN, inicialmente había uno que fue destruido por los persas en el 480 a. C., pero pocos años más tarde en el 447 a. C, Pericles encargó la construcción (aunque la supervisión final era de Fidias, que era íntimo amigo de Pericles, y su consejero artístico); se terminó en el 438 a.C., pero no se vio totalmente decorado hasta el 432 a.C.


El Partenón es la cámara de la diosa Atenea Parheneos (que significa virgen). El eje de las columnas está inclinado hacia dentro, entre otras cosas, para tener más estabilidad en caso de terremoto. Se mantuvo en buen estado hasta la época romana, pero su destrucción comenzó con la época cristiana, cuando Justiniano en el siglo VI, decidió que todos los grandes templos se convirtieran al cristianismo; en el siglo XII fue templo católico y en el siglo XV los turcos lo convirtieron en mezquita. Pero en 1687 una bomba estalló en el depósito de munición que tenían los turcos en el interior del edificio, y su incendió hizo que todo explotara. 














Vistas desde lo alto de Acropolis.

Monte Lycabettus

Templo de Zeus y Estadio Panathinaiko

Teatro Dionisio

Colina Philopappos

Y finalmente a un lado de los propileos, el TEMPLO ANTENEA NIKÉ, que significa Atenea Victoriosa, se realizó para conmemorar la victoria sobre los persas en la batalla de Salamina; en su interior hubo una imagen de Atenea personificada como Niké, o diosa alada, que era símbolo de las victorias navales, pero le cortaron las alas, para que nunca pudiese abandonar la ciudad.


Estuvimos alrededor de 2 horas, y cuando nos fuimos sobre las 10 ya había un montón de gente y comenzaban a llegar varios grupos. Salimos encantados.

Luego fuimos al TEMPLO DE ZEUS OLÍMPICO (OLIMPEION), que aunque desde fuera se ve, nada comparado con admirarlo desde cerca. Aunque sus cimientos fueron colocados varios siglos antes, no fue hasta el siglo II, cuando el templo fue retomado por el emperador Adriano, que era un gran admirador de la cultura griega. Fue construido en mármol, y contaba de 104 columnas de 17 metros de altura, hoy en día sólo 16 sobreviven, una tendida donde cayó. Adriano dedicó el templo a Zeus (Júpiter para los romanos), el rey de los dioses. Entrada 3 €.








La Acrópolis vista desde el Tempo de Zeus Olímpico

Después el ESTADIO PANATHINAIKÓ, que era el antiguo Estadio Olímpico, también conocido como el Kallimármaro (en griego significa "mármol hermoso"), este estadio de atletismo fue construido para la primera edición de los Juegos Olímpicos Modernos en 1896. Reconstruido a partir de los restos de un antiguo estadio griego, el Panathinaikó es el único estadio importante en el mundo, construido enteramente de mármol blanco (del Monte Pentélico), y uno de los estadios más antiguos del mundo. En los tiempos antiguos, fue utilizado para alojar la parte atlética de los Juegos de las Panateneas, en honor de la diosa Atenea. Y en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, fue sede de la competición de tiro con arco, y la final del maratón. Entrada 5 €.







La Acrópolis vista desde Estadio Panathinaikó


De aquí nos fuimos al metro, a la parada de Akropoli, y en dos paradas llegamos a la de Panepistimio y vimos por fuera la Biblioteca Nacional, el edificio Central de la Universidad de Atenas y la Akademia Nacional; concretamente este último edificio merece mucho la pena.

Biblioteca Nacional

Edificio Central de la Universidad de Atenas 

Edificio Central de la Universidad de Atenas 

Akademia Nacional

Akademia Nacional

Akademia Nacional

Muy cerca de aquí, a 10 minutos andando, comimos en School Pizza Bar, un lugar que parece una antigua escuela, pedimos un par de pizzas, que eran enormes pero muy finitas; las pizzas, un par de cervezas y un agua grande (aquí no era de cortesía, preguntaron y dijimos que si porque íbamos con mucha sed), nos costó 35’20 € propina incluida.







Para cerrar la tarde fuimos al MUSEO DE LA ACRÓPOLIS, llegamos sobre las 3’30, tras comprar los tickets (5 €), aprovechamos la consigna gratuita y dejamos la mochila y las chaquetas; algo que se agradece. Evidentemente es uno de los principales museos arqueológicos de Atenas y también está considerado entre los más importantes del mundo. El antiguo museo se encontraba en el interior de la Acrópolis, pero debido al reducido espacio se construyó este nuevo museo con mucho más espacio en 2009. Está situado a los pies de la Acrópolis, cerca de la puerta sur, y el museo está formado por tres plantas. Lo que más me gustó fue ver las Cariátides de cerca y así poder ver sus diferencias; aunque parecen idénticas, cada tiene algo diferente y también tienen peinados diferentes.


El museo está bien, pero a mí personalmente, en general, cada vez me aburren más los museos. Evidentemente no se pueden hacer fotos, pero no vigilan en exceso; nosotros en poco más de una hora lo dimos por visto.

Al salir del museo no llovía pero se estaba levantando aire de tormenta, así que regresamos a casa, de camino compramos algo para cenar y así ya nos quedábamos en casa tranquilamente. Había previsión de lluvias para la tarde-noche y estábamos un poco candados con el madrugón.

Tarde tranquila de descanso en el sofá, viendo la televisión y charlando con los amigos; pero a lo tonto a lo tonto a dormir casi a las 12.


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