Día 5: Delfos


Hoy tocaba viaje, tras el despertador, duchas y desayuno, a las 9 con todo recogido y las maletas preparadas, estábamos saliendo de nuestro pisito en Atenas, que tanto nos había gustado.

Una vez en la calle, pedimos un taxi por la app BEAT, nos decía que el coste serían 6-8 € y que tardaría 8 minutos, pero al darle aceptar, nos dijo que sólo tardaría 1 minuto; la app te indica la matrícula del vehículo y el nombre del taxista, así como su foto; durante el trayecto sigues la ruta con su app tanto en tu móvil, como en el suyo que está a la vista. El trayecto hasta la estación de autobuses KTEL Terminal B (en Liossion 260), fue casi media hora y nos costó 7’50 €.

Todavía nos quedaba una hora para la salida del bus a Delfos, pero al llegar fuimos directos a comprar los billetes (16’40 € cada uno), y menos mal que los miramos, porque nos habían dado para el bus de las 3’30; al decírselo, lo corrigieron a mano y pusieron un cuño.

Nuestro primer billete de bus, todo en griego!!!!

Como para tener que buscar algo en este panel

Cuando quedaban 15 minutos para la hora de salida, fuimos hacia el andén 7 (parece que sale siempre del mismo anden), el autobús era viejillo pero no estaba mal, y puntual a las 10’30 que era su hora, salió; por delante teníamos unas 2’30 horas de viaje.


La primera parte del viaje transcurrió por autovía, pero luego ya pasamos a una carretera nacional, donde no tardamos mucho en presenciar los famosos “arcenismos griegos”. Cuando llevábamos un par de horas de viaje, hizo una parada de unos 15-20 minutos.


Poco antes de llegar a Delfos, pasamos por un pueblo llamado Arajova, un población que está a casi 1.000 metros de altitud, y se veía mucha nieve por el alrededor; pero sin embargo, Delfos que está a solo 10 kilómetros, se encuentra a poco más de 500 metros de altitud, y la temperatura era mucho más agradable. Llegamos alrededor de la 1’15 (unos 15 minutos de retraso), en un par de minutos llegamos a PARNASSOS DELPHI HOTEL, hicimos el check-in, dejamos las maletas y preguntamos un sitio para comer.

Primero pasamos a preguntar por los billetes para el bus de mañana (con la intención de comprarlos ya), la estación autobuses es un local minúsculo, pero que en esas fechas estaba cerrado y la venta de billetes era en el bar de al lado. Nos dijeron que hasta mañana no se podían comprar, pero la verdad que bastante antipáticos.

Y ya fuimos a comer, al restaurante que nos habían recomendado los del hotel, Tavern DION, en la calle tenían puesta la carta y nos pareció bastante bien, pedimos dos menús muy ricos. Uno era ensalada, moussaka y soulaki, y el otro era ensalada y chuletas de cordero a la brasa; también estaba incluido el postre, y pedimos los dos, baklava; que junto con la cerveza y el vino (tinto, pero frío) nos costó 36 €. Nos dijeron que no se podía pagar con tarjeta, a pesar de que el datafono estaba a la vista.

Que ricas están las aceitunas en este pais






Tras la comida regresamos al hotel un rato a descansar, sobre las 5’30 salimos a dar una mini vuelta por el pueblo, decir que estaba tranquilo, es poco, apenas vimos gente por la calle, compramos algún imán y una camiseta; y luego ya fuimos a tomar algo.

En Agora Café nos tomamos una cerveza local, Delphi (11 € las dos), nos dijeron que había que servirla muuuyyy lentamente pues hacía mucha espuma, y aunque durante todo el rato tuvimos cuidado, echando el último culin la liamos, no entendemos con la poca cerveza que quedaba, como podía salir tanta espuma. Al final del local, hay unos sillones con grandes vistas, una pena no haber llegado antes y ver el atardecer.


Y luego fuimos muy cerquita, a Astra Cafe Restaurant, y nos tomamos otra cervecita, ahora ya volvimos a la típicas griegas (6 € las dos). Aquí nos sorprende que se fume dentro de los bares, en Atenas no, pero aquí en Delfos en todos los lugares estaban fumando; es algo que a nosotros ya nos choca bastante.


Para cenar, fuimos a por unos gyros, a uno que estaba justo al lado de donde habíamos comido, Souvlaki Gyros Pita, un local muy económico de los de mantel a cuadros, en el que no había nadie, pero no paraba de entrar gente a recoger para llevárselos. Dos gyros y dos cervezas de medio litro, nos costó 10 €, los gyros riquísimos y baratísimos, que más podíamos pedir.



Después, ya directos al hotel, la temperatura a esas horas de la noche era muy bajita y no invitaba a pasear, por suerte, el hotel lo teníamos muy cerquita.

Vimos por la televisión la semifinal Betis-Valencia y a medianoche a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario