Día 9: Atenas

El autobús hacia Atenas salía a las 9, así que tampoco hubo que madrugar mucho, sobre las 8’45 salimos de casa; había que recorrer pocos metros con las maletas, pero la calle estaba fatal.

A las 9 en punto salió el bus que cogimos ayer a Meteora y a las 9’05 salió el nuestro; coincidimos en el bus con el asiático que venía en el tour de ayer por la tarde, así que al final le preguntamos de donde era, resultó ser de Taiwan; nos contó que llegó a Viena a un congreso, luego estaba unos días en Grecia y después se iba unos días a Croacia; nosotros le comentamos alguna cosita de Croacia, que lo teníamos muy reciente.

Habitualmente el bus que hace Kalambaka-Meteora es así

En poco más de media hora llegamos a TRIKALA, aquí, como ya sabíamos, había que bajarse y coger otro autobús, pero por lo menos ya teníamos el billete (Kalambaka-Atenas 31’50 €).

Salimos a las 10 de Trikala rumbo a Atenas, en algo menos de dos horas llegamos a LAMIA, nos despedimos de nuestro amigo rápidamente (él se iba a Delfos), ya que el bus ni paraba en el andén. Al salir de la estación de autobuses, paró unos 20 minutos, y luego ya continuamos.

Todavía quedan máquinas de estas

A pesar del tráfico que había en ATENAS, el bus llegó a su hora, las 2’15. Aunque habían muchos taxis en la parada, preferimos pedirlo por la app (nos daba más seguridad), tardó unos minutillos y esta vez fueron 9 €, pero no nos pareció mal precio, porque fue casi media hora y el tráfico a aquellas horas era bastante caótico.

Muy cerca de Syntagma teníamos nuestro nuevo pisito, ARIA ACROPOLIS SUITES TROULANDA, hicimos el check-in, dejamos las cosas y fuimos a por unos gyros, al que tanto nos gustaba, The Greco’s Project, pero esta vez los pedimos para llevar y nos los dieron muy rápidamente, nos costaron los dos gyros 5’20 €; compramos las bebidas en un quiosco por la calle y nos subimos a nuestro pisito a disfrutar de sus vistas.

Tras la comida fuimos al súper a comprar para desayunar y luego sobre las 4’30 cogimos un taxi (esta vez por el clásico sistema de levantar el brazo), para que nos llevara hasta la cima del Monte Licavetus; el trayecto es muy corto, y tan solo nos costó 3’20 €, pero son enormes rampas. Esto nos lo comento la guía, que subir en taxi era mucho más barato, que subir con el Funicular.

Una vez arriba del MONTE LICAVETUS, había bastante gente en el mirador (es bastante pequeño), pero nos hicimos nuestro hueco para esperar el atardecer con el mar al fondo, desde aquí se divisa la Acrópolis y el Partenón en su parte frontal.

Luego cuando ya se hizo casi de noche comenzamos a bajar andando, y seguimos disfrutando de las bonitas vistas; la subida andando no lo recomiendo más que para los valientes.

Regresamos un rato al pisito y nos tomamos unas cervezas admirando las bonitas vistas.

Salimos, compramos algo rápido para cenar y regresamos, esas vistas había que aprovecharlas.

Un rato de tranquilidad con internet y televisión, y a descansar; mañana era nuestro último día completo en Atenas.